Cada vez son más los establecimientos y hogares que se deciden a poner una alarma, porque parece que el número de hurtos y robos sigue in crescendo. En 2020 hubo casi 645.000 actos delictivos de este tipo, una cifra que ha crecido en 2021 -cuando ya no estábamos encerrados tanto en casa como en pleno año de pandemia- hasta los 727.000, lo que se traduce en un aumento del 12%.
Instalar una alarma se hace, en cierto modo, necesario pero, ¿Conoces realmente los grados de seguridad de una alarma? ¿Cuál elegirías?
A día de hoy, hay cuatro grandes tipos de alarmas (alarmas de grado 1, 2, 3 y 4), que se diferencian principalmente en función de aspectos como el nivel de seguridad que implique cada alarma, quién realice la instalación de la misma, a qué están conectadas, en quién recae la responsabilidad de protección ante cualquier imprevisto y el tipo de lugar en el que se recomienda colocarla.
Por un lado, están las alarmas de grado 1 de seguridad o también llamadas alarmas sin cuotas. Esta es precisamente otra de las diferencias por la que se caracteriza este tipo de dispositivos. Y es que se paga una única vez en el momento que se adquiere el equipo. Posteriormente, no hay cuotas mensuales que sí se dan en las alarmas con cuotas, que se pagan mientras se tengan contratadas. De hecho, es el único grado de alarma que permite esta posibilidad.
Las alarmas de grado 1 tienen por objetivo el de ocasionar un efecto principalmente disuasorio, ya que suelen ubicarse en lugares en los que no suele haber objetos de valor como casas de campo o bodegas, por ejemplo. El fin evidentemente no es otro que evitar casos de ocupación ilegal, que tan en auge están últimamente. Panasonic o Kerui son algunas de las empresas que comercializan este tipo de alarmas.
Por orden, le siguen las alarmas de grado 2. Se distinguen principalmente de las anteriores en que estas sí se encuentran conectadas a una Central Receptora de Alarmas (CRA). Esto implica que será la Policía o los servicios de seguridad más cercanos con los que se conectará ante un posible caso de robo. Y, de hecho, el lugar en el que se coloque está protegido las 24 horas del día durante todo el año. Suele ser una de las alarmas más comunes en el mercado por su gran utilidad.
ADT es una de las empresas que ofrece alarmas de grado 2, que se suelen ubicar tanto en viviendas habituales como en segundas residencias; pero también en comercios y empresas. El coste suele variar dependiendo de la ubicación de la alarma (hogar o empresa) y evidentemente del tipo de paquete que incluya. Es decir, no es lo mismo una alarma simple a una premium que esté completamente equipada. Y también hay que tener en cuenta que, en este caso, se incluye tanto el precio por la instalación de la alarma como una cuota mensual mientras se tenga contratada. Por lo general, los precios de las alarmas de ADT en hogar van desde los 33€/mes (incluyendo estos dos servicios) hasta los 245€/mes; y en las de empresas entre 132€/mes y 245€/mes. Prosegur o Securitas Direct son otras de las compañías que cuentan con este tipo de dispositivos.
Otro de los grupos de alarmas que hay son las alarmas de grado 3, dirigidas a lugares especialmente expuestos a acciones delictivas como joyerías, museos, galerías de arte, tiendas de antigüedades, salas de juego, gasolineras, farmacias, administraciones de lotería, entidades bancarias o empresas de seguridad privada. Y todos estos establecimientos tienen la obligación de poner una alarma de este tipo; mientras que en las de grado 2 es opcional.
Las alarmas de grado 3 también son alarmas con cuotas que están conectadas a una CRA pero, en este caso, se diferencian de las alarmas de grado 2 en que la conexión es con doble vía de comunicación con la central ante posibles actos por sabotajes o inhibición. Entre las empresas que comercializan este tipo de alarmas están también Movistar Prosegur o Securitas Direct y otras como Segurma o Alartec.
Por último, se encuentran las alarmas de grado 4 y, en consecuencia, las que ofrecen el nivel de protección más alto del mercado. Por este motivo, están destinadas a espacios que se consideran críticos por estar expuestos a un alto riesgo de robo. Dentro de los lugares que requieren este tipo de alarmas están instalaciones militares, infraestructuras críticas, establecimientos que almacenan material explosivo reglamentado y empresas de seguridad de depósito de efectivo, valores, metales preciosos, materias peligrosas o explosivos, tal y como expone el BOE. Son alarmas más exclusivas y, por ende, su comercialización suele estar más limitada. En este caso, lo suyo es ponerse en contacto con empresas que ofrezcan este tipo de dispositivos para conocer el precio.
Las alarmas de grado 4 tienen que estar obligatoriamente conectadas a la CRA y, como en el caso de las de grado 3, por varias vías de comunicación. También deben cumplir una serie de certificaciones y estar homologadas además de cumplir con la legislación, concretamente la Orden INT/316/2011.
Estos son los cuatro tipos de grados de alarma que existen en materia de seguridad. Está claro que a mayor grado de seguridad en la alarma, mayor nivel de protección del establecimiento, independientemente del tipo que se trate. Lo importante es que esté protegido.