Vamos al grano, ya que, si has pinchado en este artículo, es porque estás ante un problema urgente.
Has salido de casa y, cuando has regresado, te has dado cuenta de que te dejaste las llaves en la cerradura dentro. ¿Cómo puedes entrar ahora a tu vivienda? Que no cunda el pánico, porque este percance puede solucionarse. Te contamos rápido cómo abrir una puerta con la llave puesta.
Llaves puestas en la cerradura
Lo primero es preguntarte qué tipo de cerradura tienes. En el mercado hay de distintas clases y cada una requerirá de un tratamiento diferente. No son lo mismo las cerraduras electrónicas inteligentes que las tradicionales.
¿Tu cerradura posee cilindros con función de emergencia o cilindros friccionados? Éstos fueron creados para abrir por ambos lados, pues son independientes. Si éste es tu caso, podrás abrir sin problemas desde el exterior, incluso a pesar de que hayas dejado la llave puesta al salir.
Cómo abrir una puerta que tiene la llave puesta por dentro
Pero, si no cuentas con esta clase de cilindro, deberás emplear algunos de los consejos que te mostramos a continuación. ¿Cómo abrir una puerta con la llave puesta?:
Abrir la puerta con una botella de plástico o radiografía
Este primer truco resulta útil si no giraste la llave con una o más vueltas.
¿Qué vas a necesitar para realizarlo? Una botella de plástico liso (cuanto menos rugoso mejor) o una radiografía.
¿Has pillado ya los materiales requeridos? ¡Perfecto! Te contamos qué debes hacer paso a paso:
- Corta la botella en forma de rectángulo (en caso de no tener radiografía).
- Mete un poco de ese recorte (o radiografía) a la altura del resbalón de la puerta. Con introducir 3 o 4 centímetros bastará. ¡Ve con cuidado, que puedes dañar el marco!
- Cuando ese pedazo de botella (o radiografía) esté dentro, muévelo hacia abajo como si fuera una sierra. Hasta notar que el trozo de plástico sobrepasa el pestillo.
Para hacer este método más sencillo, introduce tu recorte en agua y jabón. Así resbalará mejor. Ten en cuenta que este truco no es tan eficaz con las cerraduras modernas, pero es cuestión de intentarlo y tener paciencia.
Abrir la puerta con una tarjeta
Este consejo es más eficaz en puertas antiguas, pero puedes probarlo sino sabes cómo abrir una puerta con la llave puesta. Coge una tarjeta que no necesites, porque seguramente la dañes en el proceso de abrir tu puerta. Elige algo como una tarjeta regalo o un carnet de la biblioteca para no lamentarte después.
- Inserta la tarjeta en el filo de la puerta hasta la zona del pestillo.
- Inclínala hacia abajo para colocarla detrás de éste.
- Tira de la tarjeta hacia ti a la vez que giras la manilla.
Esperemos que te haya dado resultado, pero, si no es así, tenemos otros trucos más bajo la manga.
Abrir la puerta con un clip
No te haces una idea de cuántos usos puede tener un clip. Sí, también sirve para aprender cómo abrir una puerta con la llave puesta. Y, para ello, puedes emplearlo de dos formas distintas:
Utilizar clip como llave
Este procedimiento es útil si la puerta no cerrada con llave y consiste en lo siguiente:
- Dobla una punta del clip para tener una especie de ganzúa en forma de L (moldea los 4 o 5 milímetros del extremo para crear un gancho). El resto del clip actuará como llave de tensión.
- Mete la llave de tensión en el ojo de la cerradura, de forma recta y estable. Empújala con fuerza hasta el final.
- A la vez, introduce tu “ganzúa” en la zona superior del agujero de la cerradura.
- Mueve el clip-ganzúa como si fuera una llave hacia arriba y hacia abajo. Deberías escuchar los pestillos cediendo y rotando dentro. ¿Oyes sonidos como “click” o “crack” dentro de la cerradura? Pues es hora de girar el pomo de tu entrada.
¡Y listo!
Utilizar clip para forzar el pestillo o resbalón.
Este segundo método es más sencillo que el anterior:
- Dobla el clip en forma de C.
- Mételo en el filo de la puerta, en la abertura que separa la pared y el marco.
- Trata de enganchar el resbalón mientras tiras hacia ti.
Si tienes suerte, la puerta se abrirá como si hubieras utilizado una manivela.
Abrir la puerta con alambre
Si la llave no está girada, puedes recurrir a un alambre (o algo similar). Introdúcelo por la cerradura, así empujarás la llave puesta por dentro desde fuera. Cuando lo consigas, abre con tu llave de repuesto.
Usar una llave Allen
Las llaves Allen son de lo más práctico, por lo que siempre es aconsejable tener una. Si compras un kit mejor, porque deberás intentar abrir tu puerta con varios tamaños. En caso de que no aciertes con las dimensiones, podrías dañar su manija y no quieres eso, ¿verdad?
Encaja la punta alargada de la llave en el agujero de la cerradura y, con un sencillo gesto, tu problema debería de estar solucionado.
Usar el método bumping
Si no sabes cómo abrir una puerta con la llave puesta, debes conocer que los sistemas antibumping son de gran ayuda cuando te preguntas cómo mejorar la seguridad de la puerta de casa. Así que este método, que usan cerrajeros y ladrones, no será útil si tu entrada posee esta característica. Pero si no:
- Consigue una llave bumping que se ajuste bien a tu cerradura (para no romper sus cilindros o piñones).
- Golpea suave y regularmente con un martillo en dicha llave, hasta expulsar la que había puesta al otro lado.
No obstante, sólo te recomendamos este truco si sabes realmente lo que haces y no vas a causar grandes daños. De lo contrario, echa el freno y contacta con un experto.
Llamar al profesional
Ahora ya sabes cómo abrir una puerta con la llave puesta. Pero debemos aclarar que un profesional siempre lo hará mejor que uno mismo. Así que, en caso de no estar seguro con lo que se realiza, contacta con uno y olvídate de problemas.
Por cierto, si finalmente sigues algunas de las indicaciones de este post, pero lo haces en una vivienda de la que eres no eres propietario, pide permiso. De lo contario, podrían considerar que estás cometiendo alguno de los tipos de robo. El asalto a viviendas es delito según el Artículo 241 del Código Penal.
