Si disfrutas de refrescarte o ejercitarte en la piscina, seguramente anhelas poder extender los meses de uso más allá del verano. Para no limitar el tiempo de ocio y de relajación en el agua, así como para mantener la piscina protegida de la suciedad y las hojas, nada mejor que tener una buena cubierta. Si no quieres cubrir la piscina, otra alternativa es hacerte con un robot limpiafondos para mantenerla limpia durante todo el año con poco esfuerzo.
Afortunadamente, si te decides por instalar una cubierta, existen fabricantes de amplia trayectoria y catálogo variado para que puedas conseguir tu mejor opción, como las muy recomendadas cubiertas de piscinas Vegametal.
El tema es que existen varios tipos de cubierta para piscinas, cada uno con usos y ventajas particulares. Para ayudarte a descubrir cuál se adapta mejor a tus necesidades, aquí puedes conocer las categorías más populares:
Cubiertas altas fijas
Como el nombre lo dice, se trata de cubiertas que quedan a un nivel alto respecto a la piscina. Algunas miden entre 2 y 2,5 metros, así que bañarse en la piscina con la cubierta es agradable incluso para aquellos que no se sienten cómodos con los espacios pequeños. También son útiles para reducir la cantidad de suciedad que cae en el agua, e incluso podemos nadar si está lloviendo.
Existen modelos transparentes muy modernos que lucen como una bonita cúpula y no restan visibilidad, lo que es importante tanto para la comodidad de los bañistas y la penetración de la iluminación natural, como para su propia seguridad y vigilancia (especialmente si hay niños). Hay modelos muy elegantes que incluso actúan como un elemento decorativo adicional.
Cubiertas altas telescópicas
Son excelentes para obtener una cubierta funcional (es decir, que permita seguir utilizando la piscina) sin limitar para siempre el espacio libre. Se trata de la mejor alternativa para aquellos que adoran estar bajo el sol y el espléndido cielo azul durante el verano, por lo que no están dispuestos a poner una cubierta o techo permanentes. En resumidas cuentas, es una cubierta alta que se puede extender cuando se necesita y recoger cuando no.
Cubiertas bajas
Si prefieres un estilo más discreto, existen cubiertas con una altura más modesta que también cumplen muy bien su papel. Son una solución práctica para poder utilizar la piscina durante los meses menos cálidos, así como para proteger la piscina de la suciedad del exterior en las épocas de mucho viento. La altura que suelen tener es de aproximadamente 1 a 1,80 metros, por lo que siguen dando suficiente libertad de movimiento para los usuarios, pero con un impacto visual sobre el espacio menor que las cúpulas más altas y ostentosas.
Al igual que en el caso de las cubiertas altas, existen modelos fijos y telescópicos. A menos que sean de alta baja-media a media, es recomendable optar por los modelos telescópicos para poder quitarlos durante los días de sol y de calor.
Cubiertas planas
A diferencia de las anteriores, las cubiertas planas no están pensadas para seguir nadando en la piscina mientras están puestas. Son una solución práctica para evitar que la piscina se ensucie cuando no está en uso, pues se instalan al nivel del suelo y su diseño permite ponerlas y quitarlas sin inconvenientes. Los mejores modelos incluso permiten aprovechar el espacio de la piscina como una terraza o extensión del patio, ya que son muy firmes y seguras, al punto de poder instalar mobiliario de jardín encima.
Por sus características, son excelentes para aquellos usuarios que no están interesados en usar su piscina durante todo el año y necesitan algo de espacio extra en los exteriores. Por supuesto, no cualquier cubierta ofrece la calidad y el diseño requeridos para este último propósito, así que debes verificarlo antes de realizar tu elección.
Techos telescópicos
A diferencia de las cubiertas altas, que son estructuras completas de paredes y techo en forma de cúpula, los techos telescópicos aprovechan la infraestructura alrededor para su instalación. Constan de láminas planas o curvas abovedadas, de diseño telescópico modular, que pueden ponerse y quitarse sobre las estructuras que rodean a la piscina.
Gracias a su diseño, estos techos son magníficos en caso de que tu piscina esté cercada con paredes, muros, pilares o estructuras útiles para este fin. Otra opción válida es instalar pilares o postes alrededor de la piscina para que sirvan de soporte al techo telescópico.
Eso sí, ten en cuenta que (a menos que la estructura en torno a la piscina sea cerrada), el techo solo protege la zona superior pero no cubre los laterales. Ciertamente, esta misma característica es ideal para aquellos que prefieran mantener un concepto abierto aunque protegido, y no se sienten atraídos por una cúpula sólida como las anteriores.
