Si estás pensando renovar tu colchón y te han recomendado la viscoelástica, probablemente hayas oído que hay diferentes tipos y si estás aquí, seguramente es porque tienes dudas sobre cuál escoger. En este artículo te hablamos de todos los tipos de colchones viscoelásticos, sus características y qué otras cosas tienes que tener en cuenta a la hora de elegir.
¿Qué es la viscoelástica?
Empecemos por una curiosidad: la viscoelástica es un material que fue desarrollado por la NASA en los años 60 para reducir al máximo la presión que sufrían los cuerpos de los astronautas al despegar y durante el aterrizaje de la nave. No fue hasta tres décadas más tarde que este material empezó a utilizarse en el sector del descanso.
La viscoelástica es una espuma de poliuretano que tiene la característica de ser viscosa y elástica a la vez. Esto le permite distribuir uniformemente el peso y la presión aplicados en su superficie y le da la propiedad de poder recuperar totalmente su forma original tras haber sido comprimida.
Tipos de colchones viscoelásticos
Si entras en Dormity.com, verás que, se pueden encontrar colchones de viscoelástica de diferentes tipos.
Colchones de viscoelástica espumada o de poro abierto
La viscoelástica espumada es aquella también conocida como viscoelástica de poro abierto. Para conseguir esto durante su fabricación, la mezcla se vierte en un molde abierto y se le añade un agente químico activante que hace que multiplique su tamaño como una espuma.
Esta espuma permite que circule mejor el aire por su interior, de modo que es más transpirable y más fresca. Los colchones de viscoelástica espumada son una buena opción para las personas que suelen pasar calor al dormir.
Por otro lado, la desventaja de este material es que al ser de célula o poro abierto sacrifica algo de densidad, de modo que es un poco menos adaptable.
Colchones de viscoelástica de poro cerrado o moldeada
En el caso de la viscoelástica de poro cerrado o moldeada, la mezcla es inyectada en un molde cerrado y no se utiliza activante. El resultado es un material más compacto, de poros mucho más reducidos.
Al ser más densa, la viscoelástica moldeada, no permite que circule bien el aire por su interior, de modo que si la presionas y sueltas, la recuperación es mucho más lenta, por eso este tipo de material es más adaptable.
La desventaja, en este caso, es que es menos transpirable y no evacúa bien el calor, por lo que esta no es tan aconsejable para personas que sienten calor durante la noche.
Colchones de viscoelástica vegetal
La viscoelástica es un material sintético, sin embargo, es posible que te hayas encontrado con algún colchón indicado como de viscoelástica vegetal. Esto quiere decir, simplemente, que en su fabricación se han añadido sustancias naturales como pueden ser el carbono activo, la soja o el aloe vera, entre otros. Es decir, sigue siendo un material sintético, pero lleva un pequeño porcentaje de componentes naturales.
Por supuesto, estos colchones tienen ventajas, puesto que estos componentes vegetales se suelen añadir para mejorar la transpirabilidad, como antibacterianos o para evitar incluso que se genere electricidad estática. La desventaja es que al llevar estos extras suelen ser también colchones un poco más caros.
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¿Qué características tener en cuenta a la hora de comprar un colchón viscoelástico?
Ahora que hemos aclarado los tipos de colchones viscoelásticos que puedes encontrar, veamos a qué características es conveniente que prestes atención a la hora de elegir uno.
Densidad
Los colchones viscoelásticos pueden ser de diferentes densidades. La densidad de la viscoelástica depende de los materiales empleados en su fabricación (lo que vimos antes acerca de los tipos) y de la proporción entre los polímeros y el aire (dentro de cada tipo hay también viscoelásticas más o menos densas) y se mide Kg/m³.
La densidad, en este caso, determina la calidad del material, su rendimiento y su durabilidad. Hay tres niveles:
- Baja densidad: entre 18-40 kg/m³.
- Densidad media: entre 45-75 kg/m³.
- Alta densidad: más de 80 kg/m³.
Se considera viscoelástica de buena calidad por encima de los 50 o 55 Kg/m³.
Grosor de la capa de viscoelástica
Además de la densidad del material, también es conveniente tener en cuenta el grosor de la capa de viscoelástica. La necesidad depende del peso de la persona, es decir, para pesos más elevados es conveniente que sea más fina (para que sea más firme y no se hunda mucho) y, para personas más delgadas, mejor que sea más gruesa (para que no se note muy dura la superficie).
Núcleo
Otra cosa muy importante que hay que valorar a la hora de escoger un colchón de viscoelástica es el núcleo. Ten en cuenta que no existen colchones completamente de viscoelástica (nos hundiríamos al tumbarnos), siempre se trata de combinaciones con otros materiales y el material del núcleo es muy importante, puesto que es lo que le da el soporte al colchón y acaba de definir su firmeza. Los más habituales son:
- Núcleo de muelles. Los muelles permiten que el colchón se ventile, de modo que ayudan a que la viscoelástica evacúe mejor el calor y la humedad (son buena opción para personas que pasan calor en la cama). Hay varios tipos de muelles, pero te aconsejamos escoger muelles ensacados, que ofrecen mayor adaptabilidad y no transmiten el movimiento (ideal para dormir en pareja). No obstante, ten en cuenta que suelen ser colchones de precio más elevado.
- Núcleo de espuma. Los colchones de espuma ofrecen buen soporte y suelen ser más económicos. Entre estos, la más recomendable es la espuma HR (High Resilience). Sin embargo, pecan de ser poco transpirables y dan más calor, además de que su independencia de lechos es más baja (si una de las dos personas se mueve, el otro lo nota).
- Núcleo de látex. El látex es un material también muy flexible, por lo que son colchones muy adaptables y los más recomendados para personas que padecen molestias o problemas de espalda. Sin embargo, ninguna de las dos espumas es transpirable y, además, suelen ser colchones de precio elevado.
¿Con qué tipo de bases es compatible?
Como explicamos en el apartado anterior, no hay colchones totalmente de viscoelástica, de modo que para saber con qué base es compatible el colchón hay que tener en cuenta de que material es su núcleo. Otra cosa a tener en cuenta es que el tipo de base también acaba de definir la firmeza, las bases abiertas la reducen y las bases cerradas, la aumentan.
Así, por ejemplo, los colchones de núcleo de espuma son aptos para todo tipo de bases, aunque siempre es más recomendable utilizarlos sobre bases abiertas, como los somieres de láminas, para favorecer su ventilación. Con los de núcleo de látex sucede exactamente lo mismo y estos, además, son los más idóneos para las bases articuladas.
Sin embargo, con los de núcleo de muelles, ya tienen una buena ventilación, por lo que no perderás transpirabilidad si los colocas sobre una base sólida (base tapizada, por ejemplo) y, de hecho, es lo más recomendable para proteger los muelles. Si utilizas un colchón de este tipo con una base de láminas, es conveniente que la separación entre estas no sea de más de 5 cm.
Temperatura
Se suele pensar que los colchones viscoelásticos generan calor, pero eso no es cierto puesto que se trata de un material atérmico. Lo que sucede, realmente, es que es termo adaptable, en otras palabras, toma la temperatura del cuerpo. Es por eso que algunas personas notan cierta sensación de calor las primeras veces que lo usan hasta que se acostumbran.
Cuidado y mantenimiento
Respecto a qué tipo de cuidados y mantenimiento requiere un colchón de viscoelástica, has de tomar en cuenta varias cuestiones.
- Clima adecuado. Los colchones de viscoelástica están diseñados para utilizarlos a una temperatura ambiente de entre 15 y 20 °C con niveles de humedad de entre el 45 y el 60%. Fuera de esos rangos el material pierde rendimiento. Por ejemplo, si hace demasiado frío, se reduce la flexibilidad y adaptabilidad.
- Mantenerlo alejado de fuentes de calor. Al tratarse de un material sensible a la temperatura, si el colchón está cercano a una fuente de calor (radiadores, mantas eléctricas o similares), se puede acelerar su deterioro.
- Usar un protector de colchón. Algunos colchones viscoelásticos vienen con una funda extraíble que se puede quitar para lavar, de todas maneras, siempre es conveniente utilizar un protector de colchón para poder evitar manchas y mantener su higiene.
- Mantenimiento. Exceptuando que se trate de un colchón con zonas de confort diseñadas para las distintas zonas del cuerpo, en los otros casos, es aconsejable girarlo, al menos, una vez cada 6 meses, para evitar deformaciones y hundimientos. También es conveniente dejarlo que se ventile cada cierto tiempo y aspirarlo.
Ventajas de los colchones viscoelásticos
- Alta adaptabilidad. Permite mantener una correcta alineación de la columna vertebral y reduce los puntos de presión en todas las posturas. Gracias a esto ayuda a que los músculos se relajen, lo que reduce molestias y dolores; no presiona los vasos sanguíneos, por lo que mejora la circulación de la sangre.
- Reduce la transmisión de movimientos. Es ideal para camas de matrimonio, porque si una de las dos personas se mueve, el otro no lo notará. Pero también es muy buena opción para personas que duermen solas si se mueven mucho durante la noche, ya que evita despertarse al cambiar de postura.
- Es de larga durabilidad. Si la viscoelástica y el resto de materiales del colchón son de buena calidad, con un uso adecuado y un buen mantenimiento, el colchón puede llegar a durar hasta 15 años en buen estado.
- Es hipoalergénica. La viscoelástica no está fabricada con fibras naturales, de modo que es un material hipoalergénico y antiácaros. Resulta una buena opción para personas alérgicas.
