El confort térmico de las viviendas es uno de los factores que determina la calidad de vida de las familias. En este sentido, para lograr una temperatura agradable en nuestros hogares no sólo es necesario un correcto aislamiento de las puertas y ventanas, sino que también es importante supervisar periódicamente el estado de la caldera.
Este control del sistema de calefacción es obligatorio y contribuye a ahorrar en las facturas, puesto que una caldera que no funciona correctamente genera un mayor consumo.
Normativa sobre el mantenimiento obligatorio de la caldera de gas
El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) establece la obligatoriedad de realizar cada dos años mantenimiento preventivo en instalaciones de hasta 70 kW, las más comunes en España. En el País Vasco debe hacerse anualmente.
El propósito de las revisiones obligatorias es asegurar que el funcionamiento de las instalaciones térmicas se lleve a cabo “con la máxima eficiencia energética, garantizando la seguridad, la durabilidad y la protección del medio ambiente”, indica la normativa.
Esta revisión la debe solicitar el propietario de la caldera, y puede elegir el técnico que desee, es decir, no es indispensable que sea un profesional de la compañía que suministra el servicio o del fabricante de la caldera. Generalmente, las empresas energéticas ofrecen planes de mantenimiento que incluyen la revisión del equipo y las posibles averías.
Si el propietario opta por contratar un técnico independiente, sólo pagará la revisión y las posibles averías, sin tener que afrontar mensualmente el pago de una tarifa que con el tiempo puede implicar un mayor coste.
¿En qué consiste la revisión de la caldera?
El técnico que realice la revisión de la caldera debe:
- Comprobar el buen estado de las partes visibles del aparato.
- Verificar que no tiene fugas.
- Limpiar el quemador y el ventilador.
- Medir la presión de la caldera de gas.
- Examinar la temperatura de la calefacción.
- Reemplazar las partes desgastadas o defectuosas.
- Analizar la combustión y verificar que la mezcla de aire y gas sea la adecuada.
- Revisar la cantidad de monóxido que resulta de la combustión.
- Comprobar el sistema de revoco, que evita la entrada de aire.
- Verificar que la evacuación de los gases y la ventilación de la habitación donde se encuentra el aparato sea correcta.
¿Qué pasa si no hago la revisión de la caldera?
Si el titular no tiene contratado un servicio de mantenimiento que incluya la revisión de la caldera, debe buscar un técnico que revise el aparato. Algunos usuarios sin servicio de mantenimiento olvidan hacer la revisión de la caldera, lo que puede ocasionar accidentes, pérdida de eficiencia energética y fallos en la ventilación.
¿Quién debe pagar la revisión de la caldera? ¿El inquilino o el propietario?
El artículo 21 de la Ley de Arrendamientos Urbanos establece que la conservación de la vivienda es responsabilidad del arrendador. Esto incluye tanto las revisiones obligatorias como las reparaciones, siempre que estas no se originen por un mal uso por parte del inquilino. En este sentido, el propietario debe pagar las revisiones sin aumentar el precio del alquiler.
Inspección de la instalación térmica
La inspección de la instalación térmica y de gas también es obligatoria y es distinta a la revisión de la caldera. Se debe hacer cada cinco años, menos en el País Vasco, donde la normativa establece su realización cada cuatro años. En esta inspección se examinan las llaves, las tuberías, el contador, etc., mientras que en la revisión se verifica el buen funcionamiento de la caldera.
Evita ser estafado
Algunos delincuentes se aprovechan del desconocimiento de las personas para entrar en los hogares y robar fingiendo ser técnicos de gas. El usuario no tiene que solicitar la inspección, pero los técnicos no llegarán a la vivienda sin previo aviso.
La empresa suministradora de gas debe ponerse en contacto con el titular del contrato con una antelación mínima de tres meses. Sumado a esto, no se debe pagar el servicio directamente al técnico, ya que la compañía se encarga de pasar el coste de la inspección en el siguiente recibo.
El coste total contiene gastos de gestión, establecidos por el Gobierno, también incluye impuestos y el coste de la inspección de gas. Debes tener en cuenta que, si la revisión la lleva a cabo la empresa distribuidora, existen unas tarifas fijadas en cada comunidad autónoma, pero en caso de que decidas realizarla con una empresa autorizada, los precios son libres.
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