Si estás pensando en cambiar la cama es posible que te plantees si es mejor escoger un somier o una base tapizada. La respuesta dependerá de varios factores. En este artículo te hablamos de las diferencias entre ambos tipos de bases, las ventajas e inconvenientes de cada uno y en qué casos es más idónea una o la otra.
¿Qué es un somier?
El somier es un tipo de base de cama muy convencional y generalmente la más económica. Se trata de una estructura compuesta por un bastidor de metal o madera con láminas de madera colocadas en forma transversal. Según el tamaño puede tener también una barra de refuerzo en la parte central.
Las láminas pueden ser más o menos anchas o estar más o menos separadas, ya que esto es variable. En algunos modelos, además, en las zonas que necesitan más soporte también llevan unos tensores que las unen.
Por otra parte, existen dos tipos de somieres, los fijos y los articulados. Respecto a estos últimos, existe la creencia que son para hospitales o para gente que necesita pasar muchas horas en la cama, pero no es así. Son una buena opción para cualquiera que quiera poder cambiar de posición el colchón, ya sea para ver la tele, leer, o dormir.
¿Qué es una base tapizada?
La base tapizada es un tipo de cama sólida. Lleva una estructura metálica reforzada con barras transversales y cubierta por un tablero de madera que está tapizado, sobre el cual se apoya el colchón. Actualmente, las bases tapizadas han mejorado mucho su sistema de ventilación respecto a los primeros modelos.
Ahora, los modelos 4D, como el de Hogarium.es, cuentan con sistemas de ventilación natural y tejidos de mayor gramaje que facilitan la transpirabilidad respecto a los modelos 3D.
A nivel estético es una opción más bonita, puesto que puedes escoger el tipo de tapizado para que haga juego con el resto de la decoración del dormitorio.
Por otra parte, aunque los somieres suelen ser más económicos, puedes encontrar también bases tapizadas baratas.
¿Somier o base tapizada?
Ahora que ya tenemos claras las características de ambos, viene la cuestión que nos planteamos al principio, ¿es mejor un somier o una base tapizada? La respuesta depende de diversos factores. Has de tener en cuenta la firmeza que quieres, el nivel de transpirabilidad que necesitas que tenga y, relacionado con estos dos primeros factores, qué tipo de colchón vas a utilizar.
¿Qué firmeza necesitas?
El tipo de base acaba de definir la firmeza de la superficie de descanso. Es decir, la base tapizada es una base sólida, de modo que incrementa ligeramente la firmeza del colchón que estés utilizando.
Un somier de láminas, en cambio, hará el efecto contrario, la va a reducir un poco. Aunque en este caso hay un poco más de juego, dado que según el ancho y la cantidad de las láminas va a ser más o menos firme.
Nivel de transpirabilidad
El segundo punto importante a la hora de escoger entre somier o base tapizada es cuán transpirable necesitas que sea.
Aquí has de tener en cuenta dos factores. En primer lugar, cómo es el ambiente. Si vives en una zona de clima cálido o muy húmedo y, especialmente, si eres de pasar calor en la cama, es mejor que escojas una base que te garantice la máxima transpirabilidad posible. En este sentido, los somieres tienes una mayor transpirabilidad que las bases tapizadas, sin embargo, como hemos apuntado con anterioridad, las nuevas bases 4D ya consiguen paliar en gran parte esa falta de aireación.
El segundo factor es el tipo de colchón. Aunque las bases 4D ya son óptimas para cualquier tipo de colchón, sí que para colchones de tipo látex o de espumas densas no perfiladas, el somier de láminas puede ser una opción válida y más económica.
¿Cuál es el colchón más indicado para cada una?
El tercer punto es el tipo de colchón. Según los materiales de los que esté compuesto irá mejor con un tipo de base u otra.
Colchón de látex
Los colchones que son 100 % de látex tienen el hándicap (como comentamos antes) de la baja transpirabilidad. El látex es un material denso que suele acumular humedad y calor, por lo que lo más indicado para un colchón de este material sería una base que le permita ventilarse, es decir, un somier. Además, dada su gran flexibilidad, también son los más adecuados para utilizarlos sobre somieres articulados
Colchón de muelles
En los colchones de muelles la elección depende del tipo de muelles. Los muelles de las primeras generaciones, es decir, de tipo tradicional, bonell bicónico o de hilo continuo, se pueden utilizar tanto sobre una base tapizada como sobre un somier de láminas.
Sin embargo, si tienes o has pensado comprarte un colchón de muelles ensacados, no es muy conveniente que lo coloques sobre una base de láminas, puesto que los muelles podrían deformarse al hundirse entre los huecos. Por lo general, los fabricantes aconsejan que si utilizas un somier, la distancia entre las láminas no sea mayor a 5 cm. La mejor opción, no obstante, es usar una base sólida como las tapizadas.
Colchón de viscoelástica
La viscoelástica es un material que siempre ha de ir combinado con otros porque necesita soporte (en un colchón 100 % de viscoelástica te hundirías), de modo que la idoneidad de la base depende, en parte, del resto de capas.
Si se trata de un colchón de viscoelástica combinada con otras espumas de alta densidad y la transpirabilidad es media o baja, lo ideal es utilizar un somier de láminas o base tapizada fabricada a base de materiales especialmente transpirables. En cambio, si el colchón lleva la capa de confort de viscoelástica, pero el núcleo es de muelles ensacados, será recomendable utilizar una base tapizada, para evitar que los muelles se dañen.
Colchón de espumación
En el caso de los colchones de espuma, pueden utilizarse tanto en uno como en otro tipo de base. De todas maneras, si se trata de espumas de alta densidad y no llevan perfilaciones o perforaciones que favorezcan la circulación de aire en el interior del colchón, lo mejor sería utilizar un somier para evitar que se acumule humedad en el material. Si desea también se puede usar base 4D, pero no así las anteriores que pequen de falta de aireación.
¿Qué tener en cuenta al elegir un somier o una base tapizada?
Bien, si ya te has decidido por una de las dos opciones, veamos qué es lo que tienes que tener en cuenta a la hora de escoger un modelo.
¿Qué tener en cuenta al elegir un somier?
- Bastidor. El bastidor por lo general es de metal y puede ser de aluminio o de hierro. Lo importante es el diámetro del tubo, ya que a mayor grosor más resistencia y durabilidad tendrá. También es aconsejable prestar atención a los refuerzos. En las camas dobles, es conveniente que lleve una barra adicional en la parte central (entre ambos lechos).
- Láminas. Las láminas son el soporte y a la vez, lo que le da la flexibilidad al apoyo del colchón. Pueden ser de madera o metálicas. Las de madera son bastante más elásticas y también más duraderas. Estas las puedes encontrar en haya o en chopo, siendo las de haya las de mejor calidad. También ten en cuenta la cantidad: a mayor número de láminas, más firmeza aportará el somier.
- Rótulas. Las rótulas son las piezas que unen las láminas al bastidor. Parece algo que pasa desapercibido, pero cumplen un papel importante. Las de plástico son las más rígidas, por lo que son las más adecuadas para los colchones más firmes.
Las rótulas de caucho o poliestireno (caucho SBS), en cambio, son mucho más flexibles, por lo que se recomiendan para colchones más adaptables. Por último, están las rótulas de Hytrel (una combinación de caucho y plástico), material muy resistente y flexible que además es muy difícil que se deforme, por lo que son las más recomendables en todos los casos.
¿Cómo elegir una base tapizada?
- Tapa. La tapa suele ser de madera o de DM. Los tableros de DM son más ligeros, aunque bastante firmes y, algunos, suelen llevar perforaciones que ayudan a la ventilación del colchón, por lo que son los más aconsejables.
- Tapizado. En las opciones más económicas, el tapizado acostumbra a ser de tela o polipiel. Si dispones de un poco más de presupuesto puedes encontrar tapizados de tejido stretch o de malla 4D que además de ser antideslizante (evita que el colchón se mueva de la base) son más transpirables.
¿Qué tipo de base de cama es mejor para la espalda?
Es muy común que surja esta duda. Si sufres de molestias o problemas de espalda, lo mejor es que optes por un colchón de firmeza media y alta adaptabilidad. Las mejores opciones son los colchones de látex, en cuyo caso, lo más recomendable es que escojas un somier de láminas (para favorecer la transpirabilidad) y, preferentemente, multiláminas, para reforzar la firmeza.
Otra buena alternativa son los colchones de muelles ensacados que también aportan un buen soporte adaptable para la espalda. Para este tipo de colchones, como hemos comentado antes, lo más aconsejable es utilizar una base tapizada. Si también sufres de molestias en el cuello, te recomiendo una buena almohada cervical para solucionarlos.
