La construcción de un inmueble, ya sea una casa, un edificio de despachos o un conjunto residencial, supone una planificación minuciosa y una inversión significativa de recursos. En este sentido, es muy importante saber cómo ajustar el presupuesto de una nueva obra para conseguir los resultados deseados en el menor tiempo posible y con una excelente calidad.
Consejos para ajustar el presupuesto de una obra nueva
El éxito de una empresa instaladora depende de su capacidad para hacer un presupuesto atractivo para el cliente, que a su vez le permita llevar a cabo el trabajo con la mejor calidad posible. Esto es especialmente importante cuando hay que ejecutar una obra nueva, ya sea levantar un inmueble desde cero o aumentar la superficie de una obra existente.
Uno de los aspectos que pueden afectar al presupuesto de forma significativa es el tipo de sistema constructivo que se elige para materializar el edificio. No se invierte la misma cantidad de dinero para construir una casa en madera, ladrillo, hormigón o con una estructura metálica.
Además, todos los años salen nuevos sistemas y materiales de construcción que prometen resultados inmejorables a precios muy competitivos, lo que dificulta aún más la elección. Igualmente, la disponibilidad de los recursos en la zona y la experiencia del instalador son factores que determinan el tipo de sistema constructivo a elegir.

Darle prioridad a lo esencial
Cuando el presupuesto es muy reducido y no queda más remedio que ajustarse a él, quitar algunas partes de la obra puede ser la mejor opción. Esto significa que será necesario prescindir de algunas secciones del proyecto para darle más atención a las áreas principales.
Por supuesto, la habitabilidad del inmueble no se verá afectada, y siempre será posible concluir las demás secciones durante la segunda fase del proyecto. Claro está, las secciones inconclusas se dejan contempladas en el proyecto para que cuenten con la licencia necesaria.
Buscar trabajadores y materiales de la zona
Esta es sin duda una de las mejores formas de ajustar el presupuesto de una obra nueva, puesto que se ahorran los gastos de desplazamiento de la mano de obra y la materia prima.
Sin embargo, si en la zona donde queremos construir hay otras construcciones en marcha, cabe la posibilidad de que las empresas instaladoras cobren más caro de lo habitual.
Dividir el presupuesto por oficios
En todas las obras de construcción intervienen una gran cantidad de oficios para darle atención especial a cada sección de la estructura y contribuir a su funcionalidad. Así, los oficios básicos dentro de una obra son:
- Albañil.
- Fontanero.
- Electricista.
- Carpintero
- Cerrajero.
La mejor forma de reducir el precio durante una obra nueva sería contratar a cada oficio por separado, pero resultaría muy difícil organizar y coordinar a todos los trabajadores.
En este sentido, lo mejor es recurrir a una empresa constructora que sea capaz de ofrecer plazos ajustados y garantías globales. En Esarco.es puedes encontrar a profesionales de este tipo para que gestionen y tramiten toda tu obra.
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